Hoy en día, si deseas una rinoplastia para perfeccionar tu perfil o quieres lograr una silueta más suave con la liposucción, a nadie le parecería raro. En algunos círculos, la cirugía estética es tan común como someterse a tratamientos de spa y belleza. Puede que sepas cómo encontrar al mejor cirujano estético en Marbella, pero ¿conoces los orígenes de este tipo de cirugía transformadora y cómo se ha aceptado ampliamente por la sociedad?

Comencemos por el principio. Contrario a la creencia popular, la palabra «plástica» del término cirugía plástica no se refiere al aspecto de los resultados, sino que proviene de la palabra griega «plastikos», que significa moldear. Nuestra percepción de la cirugía plástica hoy en día es muy diferente al propósito original por el que surgió, que era corregir deformidades anatómicas causadas por lesiones y defectos congénitos. Actualmente, la cirugía estética se centra predominantemente en crear un rostro o cuerpo estéticamente más agradable.

Las primeras evidencias históricas encontradas sugieren que se realizaron formas rudimentarias de cirugía plástica incluso en el año 800 a.C. Las primeras pruebas de los primeros injertos de piel se representaron en el ‘Sushruta Samhita‘, un antiguo libro que data del siglo VIII a.C. La Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos identifica al primer cirujano plástico como John Peter Mettauer, un médico estadounidense que corrigió un paladar hendido en 1827, utilizando instrumentos diseñados por el mismo.

Con el tiempo, la cirugía plástica y la cirugía estética se han convertido en disciplinas diferentes. Al igual que en la cirugía plástica original, los cirujanos de este campo están capacitados tanto en cirugía reconstructiva como en cirugía estética. Mientras que los cirujanos estéticos están entrenados en procedimientos quirúrgicos que realzarán rasgos, en lugar de reconstruir deformidades.

Sin embargo, muchos de los tratamientos estéticos actuales, cuando surgieron eran una derivación de un especialista con fines meramente médicos o reconstructivos. Por ejemplo, el inyectables se utilizaba para corregir ojos cruzados y aliviar dolores de cabeza antes de empezar a usarse para suavizar arrugas.

Este cambio a realizar unos procedimientos más estéticos fue debido a la magnitud de las lesiones causadas por la Primera Guerra Mundial. De repente, los cirujanos se encontraron con masas de soldados que necesitaban cirugía reconstructiva y estética. La gran cantidad de soldados heridos que requerían cirugía estética contribuyó al avance de las técnicas a aplicar y a darle valor a la importancia de ayudar a estas personas cuyas vidas se veían afectadas por deformidades físicas, lesiones y quemaduras. Durante este tiempo, los destacados cirujanos plásticos Archibald McIndoe y Harold Gilles desarrollaron la innovadora técnica de «injerto de piel pediculada tubular» para tratar quemaduras faciales.

Después de la Primera Guerra Mundial, la cirugía plástica comenzó a ser reconocida como una especialidad y una disciplina quirúrgica valiosa e independiente, lo que llevó al lanzamiento de numerosas sociedades y revistas especializadas en cirugía plástica. La primera fue la Société Européenne de Chirurgie Structive, fundada por el médico belga Maurice Coelst en 1936. Tras esto, comenzaron a realizarse congresos internacionales anuales para discutir procedimientos quirúrgicos innovadores y observar cirugías en directo.

Lamentablemente, el comienzo de la Segunda Guerra Mundial detuvo las actividades de esta sociedad y por desgracia, incluso después de finalizar la misma las actividades nunca se reanudaron. Así que, una vez más, los cirujanos plásticos tenían una gran demanda de formación para tratar a los soldados heridos que requerían de distintos procedimientos estéticos. En 1942, Gillies y McIndoe siguieron utilizando su técnica para tratar las quemaduras de los aviadores afectados en el Hospital Queen Victoria, lo que llevó de nuevo a poner en el centro del foco a la cirugía plástica.

En las décadas de 1960 y 1970, el Dr. Thomas Cronin introdujo una innovación revolucionaria, la introducción de los implantes mamarios de silicona, lo que generó una alta demanda de peticiones de aumento de pecho, es llamativo que actualmente este sigue siendo una de las intervenciones estéticas más populares.

Sin embargo, a pesar de que los liftings faciales y la rinoplastia ya llevaban realizándose durante muchos años, alcanzaron su cenit en las décadas de 1970 y 1980, cuando estos procedimientos comenzaron  a ganar popularidad entre los ricos y famosos de la época. Fue alrededor de finales de la década de 1970, cuando Arpad y Giorgio Fisher desarrollaron nuevas técnicas de liposucción.

En la década de 1990, uno de los muchos avances ocurridos en el sector de la cirugía estética fue el desarrollo de la liposucción asistida por ultrasonido y la liposucción tumescente, que convirtieron a la liposucción en uno de los procedimientos más populares del mundo para eliminar grasa y mejorar la forma del cuerpo.
El nuevo milenio ha traído una serie de cambios al mundo de la cirugía estética, como por ejemplo el aumento en el uso de toxinas antiarrugas como rellenos y otros «tweakments». Estos tipos de procedimientos no invasivos se consideran tratamientos de mantenimiento que se incorporan en las rutinas de belleza de muchas personas y que no paran de ganar popularidad año tras año.
Según un artículo publicado por Research and Markets, «Informe del Mercado de Instrumentos de Cirugía Plástica en Europa 2023», tanto hombres como mujeres utilizan procedimientos estéticos para mejorar su apariencia. Y los tratamientos más populares son la liposucción, el aumento de pecho y la rinoplastia.

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