LIFTING DE OJOS

El lifting de ojos (blefaroplastia) es una intervención de cirugía estética no invasiva que suele durar entre una y tres horas.  El lifting de ojos se realiza generalmente con anestesia local y los pacientes pueden volver a casa el mismo día, con su plan de cuidados postoperatorios personalizado.  Los puntos se retiran a los 5 ó 7 días y los hematomas empiezan a desaparecer a los 14 días. Es necesario tomarse al menos una semana de baja laboral para recuperarse de la intervención.

Asistir a una consulta para valorar si podrá recibir un lifting de ojos es un primer paso importante para cualquier paciente que se plantee este tipo de cirugía estética. La consulta permite al cirujano evaluar la idoneidad de los pacientes, tanto mental como físicamente, y asegurarse de que sus expectativas son realistas. Los pacientes pueden informarse sobre el procedimiento de lifting de ojos, los posibles resultados y riesgos, formarse una opinión sobre el facultativo, el equipo médico y la clínica. Además, se les explicará la preparación preoperatoria, la intervención y el plan de cuidados postoperatorios.

No quedan cicatrices visibles después de un lifting de ojos, las incisiones se realizan en el pliegue natural del párpado, bajo la línea inferior de las pestañas o incluso en el interior del párpado inferior.

Como ocurre con cualquier cirugía estética, después de un lifting de ojos pueden aparecer hematomas e hinchazón. La piel alrededor de los ojos es extremadamente delicada, lo que la hace especialmente susceptible a los hematomas, además, la sangre puede acumularse en el párpado inferior tras la intervención, dando la apariencia de hematoma. La cantidad de hematomas variará de una persona a otra, y se verá afectada por la salud, la edad, el estado general de salud, etc., Además, todo lo anteriormente relatado puede afectar a la velocidad de recuperación del paciente.